ETA presiona, Zapatero se rinde.

Zapatero sabe que los etarras no dejarán de matar a menos que se les conceda lo que llevan exigiendo desde hace casi cuarenta años: independencia, navarra y excarcelamiento de todos los asesinos, pero a Zapatero le da igual. Lo sabía cuando se metió en la negociación política y lo sabe ahora, pero eso no le importa porque su objetivo no es la paz sin rendición sino las elecciones. Mientras se permite que Batasuna actúe como partido, ETA lanza un nuevo ultimátum al gobierno estableciendo condiciones para el 'diálogo' como son la legalización de Batasuna, acercamientos de presos, que paren las detenciones y se establezca una mesa de partidos. Supongo que Pepín Blanco lanzará una dura respuesta, pero no contra los terroristas sino contra el Partido Popular. Pero la triste realidad es que los gobiernos socialistas han pasado de enterrar a etarras en cal viva a a enterrar la dignidad del Estado y sus instituciones democráticas con la ayuda de los terroristas.